En la cuadragésima sexta entrega de Explorando Versiones hablaremos de la canción «Joselito», posiblemente tema que lanzó a la fama a «Kiko Veneno».
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Buenas, soy Sergio Serrato y estoy de vuelta en nuestro podcast favorito, pero me vais a permitir que me salte un poco la filosofía de Explorando Versiones y hoy me marque un Explorando Canciones.
KIKO VENENO - JOSELITO: https://www.youtube.com/watch?v=5JeTnZi2wek
Hoy os voy a hablar de la canción “Joselito” de Kiko Veneno. Kiko Veneno de nombre artístico y José María López Sanfeliú en el DNI es un musico español nacido en Figueras Gerona y como diría mi padre Criao y engordao entre Sevilla y Cádiz, bético para más inri y eso se nos nota...
El disco que contiene “Joselito” se llama “Échate un cantecito” de 1992. Se puede decir que era el último intento de Kiko de hacer algo en la música, ya que el artista llevaba tiempo retirado del mundo de arte incluso ya tenía un empleo fijo en la diputación de Sevilla. En una visita de su amigo Santiago Auserón, de Radio Futura, le comento a este que iba a hacer un disco y si no triunfaba dejaba la música. Auserón tenía que ayudar a su amigo y le propuso ser algo así como su coach en la creación y grabación del disco. Incluso participó en algunos coros del mismo y vaya si consigo reflotar la carrera de su amigo Kiko.
El temazo que nos ocupa hoy no debe su nombre al niño prodigio conocido como el pequeño ruiseñor, aunque bien podría ser, sino que debe su inspiración a José Marín Rodríguez.
Os cuento quien es José Marín. José Marín era un vecino de Conil de la Frontera, jornalero del Mar, aficionado al cante y gran bebedor mollatoso….
Kiko Veneno y Joselito se conocieron en los años 80 cuando, cuando, tras la disolución del grupo Veneno, que juntó para la historia a Kiko y los hermanos Amador, Kiko apartó su carrera musical y se afincó en la localidad gaditana de Conil de la frontera donde montó algo así como un chiringuito/Pub, el Adán se llamaba. Fue allí donde conoció a Joselito al que el propio Kiko definía de esta manera:“ Era un marinero temporero muy golfo, se levantaba para ir a la mar, se tomaba dos copas y ya no iba a pescar ni ná”.
Eso sí Joselito manejaba unas frases y expresiones muy particulares que gustaron tanto a Kiko que se las apunto.
El Adán era el último bar de la ronda de Joselito ya que estaba a dos casas de la suya, allí se tomaba la última antes de irse a su casa a dormir la tajá... y así lo inmortalizó Kiko en su canción.
En otra estrofa de la canción se nombran las botellas de Coca-cola llena de vino de Chiclana y es que así se servía este mollate en el bar ligero que también era parada obligatoria de Joselito donde se bebía siempre unas pocas.
Según cuentan los tabernáculos coincidentes de Joselito, tenía mala bebida y si fresco era un tío educadísimo con la papa era faltón y metepatas. pero eso sí, tenía la suerte de que su primo era el jefe de los municipales y no fueron pocas las veces que los guardias lo metían en el calabozo a dormirla para evitarle broncas.
El Adán era el sitio donde le dejaban cantar y allí entonaba La Zarzamora, eso sí con una letra inventada por el llena de chistes, cargas e ironía. Cuentan que tenía una gran voz por eso lo de “el de la voz de oro”.
Estás ocurrencias de Joselito se hicieron canción pasadas por la pluma de un poeta de bar y cronista de barrio como Kiko Veneno.
Soltero de por vida, tuvo siete novias, más novias que un moro como reza la canción, porque como dice su sobrina Paqui, que mujer iba a aguantar la vida de Joselito.
Dejo Joselito de subir con los ojos brillantitos por la calle peñón y empezó a dejarse ver por el hogar del jubilado vendió su casa y se mudo con sus sobrinas, el Adán sigue existiendo pero Kiko no es su dueño y la vida siguió su ritmo impasible hasta que el 30 de Septiembre de 2008 Joselito nos dejó, el tabaco paso factura y el cáncer reclamo el pago. Cuenta su sobrina que lo cuidó que hasta sus últimos días canturreó “Yo soy Joselito, el de la voz de oro”.